APE GIRARDEAU, MISSOURI — La historia del regreso del lanzador con un solo ojo es el tema de conversación en las casetas de béisbol en River Valley, Mississippi.
Nadie habría llamado a Jordan Underwood un cobarde si nunca hubiera regresado al montículo de lanzador de nuevo. Pero dos años después de que una bola rápida y baja le rompiera el pómulo y destruyera su ojo izquierdo, Underwood está de nuevo en la lomita, comenzando juegos. Y ganándolos.
Underwood, que ahora lanza con unos lentes polarizados de seguridad que cubren su ojo izquierdo de acrílico, está invicto esta temporada, por 4-0, con el Southeast Missouri State.
“Para mí, no parece una gran cosa. Supongo que soy el tipo de hombre modesto”, dijo Underwood. “Sólo espero que esto sea una herramienta de enseñanza. Tal vez si alguien más está pasando un momento difícil –no necesariamente la pérdida de un ojo– y mi historia puede inspirar a alguien más y motivarlo, supongo que todo vale la pena al final”.
Hace dos años, cuando Underwood jugaba en Seminole Junior College en Oklahoma, uno de sus lanzamientos fue dirigido de regreso hacia su cara por el bateador.
Ky Burgess es catcher de Underwood en Southeast Missouri State y estaba detrás de el plato cuando vio y escuchó como una pelota de béisbol destruía una cuenca ocular, pero no la voluntad de un hombre joven.
“Mi primer pensamiento fue: ‘Oh, Dios mío ¿Está vivo? Él no se movía”, recuerda Ky. “No sabíamos si estaba consciente. Es una de las cosas más atemorizantes que he visto en mi vida, y todavía me pongo nervioso cuando veo una bola devuelta a través de la caja”.
Underwood dice que los médicos le dijeron que si la bola hubiera golpeado a unos cuantos centímetros de distancia, en su sien, podría haber muerto.
“Me tomó cerca de un mes o seis semanas después (del accidente) darme cuenta de que aún quería jugar”, dijo Underwood. “Me dije que por lo menos quería tratar de hacer este trabajo”.
Underwood dijo que comenzó a partir de cero, adaptándose en la práctica a lanzar con un solo ojo. El beisbolista de 22 años, explica que necesitaba enfocarse en ciertos puntos alrededor del home para compensar el cambio en la percepción de profundidad.
Underwood es zurdo, por lo que su ojo restante derecho tiene una visión abierta del home. Los expertos de béisbol dicen que no estaría lanzando si la bola le hubiera aplastado el ojo derecho.
“Yo no tenía miedo de reclutarlo”, dijo Mark Hogan, su actual entrenador en Southeast Missouri. “Yo sabía que no había nada mal con su brazo. Y después de que lo conocí estuve seguro al 100%”.
El regreso de Underwood casi se vio detenido por una oscura regla de la NCAA (Asociación Nacional Colegiada Atlética, por sus siglas en inglés) relativa a todos los atletas a los que les falta uno de un par de órganos, como por ejemplo un riñón. Dichos jugadores deben firmar renuncias de responsabilidad y documentación que confirma que son conscientes del riesgo de perder accidentalmente el órgano restante.
Underwood, sus padres, médicos y otros han firmado que tienen conocimiento de que un accidente en el ojo derecho lo dejaría ciego.
Tras 10 firmas distintas y una caja llena de documentos de la NCAA después, Underwood recibió la autorización y comenzó a engañar bateadores de nuevo la primavera pasada.
Underwood dijo que no ha oído hablar mucho acerca de que algún equipo pueda elegirlo en el draft de las Grandes Ligas en junio, pero añade que siempre hay una oportunidad.
“Realmente me gustaría trabajar en relaciones públicas”, dijo Underwood, un estudiante de mercadotecnia. “Tal vez podría hacer eso para un equipo u organización deportiva, algo en esa área”.
Sin embargo, la graduación está todavía a un par de semanas y hasta entonces, Underwood todavía tiene pendiente el último fin de semana de esta temporada y la posibilidad de los playoffs de la NCAA.
Cada bateador que se enfrentará a Underwood, conlleva lidiar con cuatro lanzamientos y una ventaja competitiva acumulada de la pérdida de un ojo y la recuperación de su arrogancia en el montículo.
tomado de cnn.