Simoncelli arranca segundo en un día con algunos silbidos contra él y en el que los pesos pesados de la parrilla piden tranquilidad a la grada, exigiéndose ellos mismos, como dice Rossi, “dar buen ejemplo”.
Montmeló arrancó con Simoncelli en el punto de mira por parte de la afición, que le dedicó los primeros silbidos y alguna pancarta crítica que no impidió que el italiano brillara. Fue segundo, tras Stoner y delante de Dovizioso y Lorenzo, que sigue sufriendo a las Honda.
La más desafortunada de las pancartas era la que pedía la captura de Simoncelli “vivo o muerto” y se espera que los responsables del Circuit no la permitan hoy. Ayer lucía en la curva 13 (Europcar), aunque Marco no la vio y sintió poca presión: “He hecho la rutina de siempre y, aunque esto te distrae un poco, me he concentrado. Me esperaba más presión del público, así que ha ido bien. He sentido algún silbido. Tendré que ponerme tapones dobles para no enterarme. Estoy contento con lo que dijo Lorenzo y le agradezco que pidiera tranquilidad al público. El clima en el paddock es tranquilo”. El campeón mantiene la línea que debe llevar a recuperar la tranquilidad, hasta tal punto que dijo “habría que felicitar a Simoncelli si ganase. Aparte de pilotos somos personas y, si nos podemos llevar bien todos, mejor. Además, ya he dicho que no es ningún asesino y que no se deben exagerar las cosas. Espero que el público sea caballeroso con él”.
Otro paso hacia la normalización lo dio Rossi: “Los pilotos debemos dar una impresión más tranquila, porque en las últimas carreras ha habido demasiadas polémicas entre nosotros y eso se traslada al público. Sería importante dar un buen ejemplo para que la afición esté tranquila. Si Marco hace podio le silbarán un poco, pero no pasará nada grave”.