El púgil estadounidense utiliza la presentación de su próxima pelea frente al hispano Víctor Órtiz, la primera después de un año más que convulso para él, para retar al campeón filipino.
AGENCIAS | 30/06/2011
El púgil estadounidense Floyd Mayweather comenzó a promocionar su próxima pelea con Víctor Ortiz el próximo 17 de septiembre, la primera después de más de un año sin subir al cuadrilátero, hablando todo el tiempo del campeón filipino Manny Pacquiao.
Cuando todo el mundo esperaba que hablase del duelo con Ortiz, una de las promesas del boxeo hispano en Estados Unidos, Mayweather se dedicó a negar que hubiese dicho nada en contra de Pacquiao al que había acusado de doparse, mofarse de su estatura, ser filipino, y evitarlo en el cuadrilátero.
Mayweather, eso sí, volvió a reivindicar que para enfrentarse a Pacquiao es necesario que se hagan las pruebas antidopaje de sangre y orina que tienen establecidas en el competición olímpica, algo a lo que el campeón filipino se ha opuesto hasta ahora.
Según Mayweather, de 34 años, los apoderados de Pacquiao sólo han accedido a que se realicen análisis de sangre y orina programadas. “Esto no es sólo por Pacquiao, sino por todo el deporte, punto”, reiteró el estadounidense. “Si miras los Juegos Olímpicos, hay trampa. Todos hacen trampa. Y yo nunca dije que Manny Pacquiao hiciera trampa, sólo dije que yo y mi rival debemos hacernos el análisis”.
Lo que está claro es que el mundo del boxeo espera la pelea entre Mayweather y Pacquiao con los brazos abiertos para convertirla en la más lucrativa de todos los tiempos, si al final deciden realizarla. De ahí que no sorprende que Mayweather haya dedicado tanto tiempo a hablar de Pacquiao y muy poco o casi nada sobre Ortiz. “Nunca he dicho que Pacquiao haya consumido esteroides, que tomara drogas para mejorar su desempeño”, declaró Mayweather, quien a comienzos de este mes no cumplió con una comparecencia ante la corte en Las Vegas en relación con la demanda por difamación que presentó el filipino en su contra.