El piloto de Honda brindó un auténtico espectáculo en el circuito californiano y con su victoria le saca cinco puntos más al mallorquín, al que ahora aventaja en 20 en el Mundial.Pedrosa fue tercero, Barberá finalizó noveno, Elías 13º y Bautista se fue al suelo. Ahora, parón hasta Brno.
Simplemente, chapeau, Stoner, chapeau. El canguro australiano nos dejó con la miel en los labios, y eso que durante buena parte de la carrera de Laguna Seca soñamos con victoria española, bien por obra de Jorge Lorenzo, que aguantó líder hasta la vuelta 27, bien por Dani Pedrosa, que contuvo el intento de escapada del mallorquín en las primeras vueltas y que, sin pretenderlo, fue el mejor aliado de Casey para no perder comba en esos primeros compases de carrera, cuando más iba con el gancho el australiano.
No sería exagerar decir que ayer se vio la mejor versión de Stoner en MotoGP. Es cierto que es todo un campeón del mundo y que ya había vencido en este circuito, en 2007, el año de su coronación con la Ducati, pero pocas veces se le había visto vencer con la maestría, clase, valentía y contundencia de esta ocasión.
Stoner acostumbra a pasar el rodillo, así que el triunfo de anoche abre el abanico de posibilidades y le convierte en un rival aún más peligroso en la pelea por el título que mantiene con Lorenzo. Tras su victoria y el segundo del español, ahora son veinte los puntos que le saca, y eso que el vigente campeón lo dio todo por hacerse con el triunfo.
Él fue quien rompió la carrera en cuanto se apagó el semáforo. Intentó la fuga desde el inicio y Pedrosa fue el que aguantó su rueda hasta mitad de carrera. Stoner iba enganchado como podía, o eso parecía, hasta que viendo la posibilidad de que Lorenzo acabara con la carrera justo al cruzar el ecuador, le hizo un pasadón al catalán en la vuelta 18. Fue a la entrada del Sacacorchos, con un interior de izquierdas de los que quitan el hipo. Algo así como un ‘o te apartas tú o te aparto yo’.
A partir de ahí, Casey se fue a por Lorenzo. Una vez con él, primero le enseñó la rueda, para empezar a continuación la vuelta 27, la de su dorsal, y pasar a su rival por fuera, en la curva uno, esa ligera variante hacia la izquierda en plena recta. El español, condicionado en parte por el palo que se había dado el día anterior, no pudo seguir su estela y vio resignado cómo el de Honda se distanciaba parcial a parcial, para cruzar la meta con cinco segundos y medio de ventaja sobre él.
Tercero fue Pedrosa, sin oposición por detrás y ajeno a la pelea por el cuarto que tuvieron Spies y Dovizioso. ¿Y Rossi? Sexto, a medio minuto, con el único consuelo de haber batido a Nicky Hayden por medio segundo.