Sadiel Lebrón
Photos : Cesar Rivera
Harrison, N.J.-Luces, cámara, acción. El escenario, los protagonistas y los extras, representados por la hinchada, hicieron que el Juego de las Estrellas pareciera un firme de Hollywood. No era para menos, se estaban enfrentando el mítico club inglés Manchester United y una selección de la crema innata de la Major League Soccer (MLS) en el majestuoso Red Bull Arena.
Un espectáculo que fue visto por millones de personas en todo el mundo.
El club que dirige Sir Alex Fergurson demostró el por qué es uno de los tres clubes más poderosos del mundo con una goleada de 4-0 sobre los All-Stars de la MLS.
El brasileño Anderson (8’), el surcoreano Park Ji-Sung (45’) y el delantero búlgaro Dimitar Berbatov (52’) y Dany Welbeck (62′)fueron los autores de las dianas del Manchester United, que no pudo contar con la estrellas mexicana, el ariete Javier “Chicharito” Hernández para el encuentro.
El primer gol del encuentro fue obra del brasileño Anderson al minuto 8, tras una bonita combinación con Wayne Rooney y Berbatov.
Los jugadores de la MLS intentaban el empate. En el minuto 21, David Beckham puso un misil que pudo mandar a las tribunas el arquero Andres Lindergaard. Brad Evans lo intento de larga distancia, y por poco logra la anotación si no hubiese sido por el estiramiento del cancerbero del club europeo.
Pero fue el cuadro visitante el que volvió a anotar. Esta vez lo hizo el surcoreano Park Ji-Sung con un gol de antilogía tras regatear a dos defensas de la MLS cuando al término del minuto 45.
La conexión Rooney-Berbatov volvió a lucirse como la temporada pasada en la Liga Premier, produciendo el tercer tanto de los Diablos Rojos al minuto 52 de los pies y pecho del atacante búlgaro. Rooney le mandó un centro preciso a Berbatov y este le puso un sombrerito a Geoff Cameron que chocó con el poste superior del arco, pero para su suerte tomó el rebote con el pecho y incrustó un remate de derecha a puerta de arco para el 3-0.
Al 68’ Danny Welbeck, quien había entrado de recambio apenas unos minutos antes, metió un remate de diagonal que fue a parar al fondo de la red y ampliar la goleada a 4-0 a favor de Manchester United.
Ni el francés Thierry Henry, ni Beckham, tampoco Juan Agudelo, que entró a falta de nueve minutos, pudieron salvar al equipo estadounidense de la vergüenza y la derrota.
De esta forma, Manchester cumplió su palabra de que no vino a Estados Unidos de paseo y brindó un juego exquisito para el deleite de todo el que pagó su entrada y también a los televidentes alrededor del planeta.