A lo largo del día, Cruise mejoró en 11 segundos su tiempo y acabó con una velocidad máxima de 291 kilómetros por hora, a sólo cuatro del escocés David Coulthard, que ejerció como instructor.
El actor Tom Cruise se convirtió en piloto por un día de la escudería Red Bull bajo la atenta supervisión del escocés David Coulthard, según ha desvelado este martes el equipo de las bebidas energéticas.
Cruise, que se tomó un descanso en el trabajo de postproducción de la nueva entrega de ‘Misión Imposible’, es un apasionado de los deportes del motor y ya protagonizó ‘Días de trueno’ en 1990 sobre un piloto de la NASCAR.
A pesar de sus numerosas experiencias al volante, Cruise nunca había pilotado un Fórmula 1 hasta el pasado 15 de agosto, que realizó este test secreto en el circuito californiano de Willow Springs.
El estadounidense contó con los consejos de Coulthard, vencedor de 13 Grandes Premios, como instructor particular en la jornada de siete horas, en la que dio 24 vueltas al trazado. A lo largo del día, Cruise mejoró en 11 segundos su tiempo y acabó con una velocidad máxima de 291 kilómetros por hora, a sólo cuatro del escocés.
“Tom es increíble. Me ha sorprendido cómo ha entendido todo, es un piloto competente. Su rendimiento ha sido increíble, teniendo en cuenta lo complicado que es pilotar un Fórmula 1. Se esfuerza en la vida real, no fue algo de la gran pantalla. Realmente me dejó impresionado”, señaló Coulthard en declaraciones a la web de Red Bull.