Ozzie no quiere llegar a la temporada muerta con incertidumbre
CHICAGO — Dos días después de que concluya la temporada 2011 para los Medias Blancas, sea el 28 de septiembre en casa contra los Azulejos o de darse un milagro lleguen a la postemporada, el dirigente venezolano, Ozzie Guillén, y su esposa Ibis viajarán a España para unas vacaciones.
Antes de partir, a Guillén le gustaría saber dónde se encuentra en los planes de Chicago. Antes de esta campaña los Medias Blancas ejercieron la opción del capataz para el 2012, pero hace dos semanas Guillén dijo que se había merecido una extensión y prefiere trabajar bajo un contrato a largo plazo.
Pero al preguntársele si había fijado una fecha para que se resuelva la situación, Guillén reconoció que a estas alturas la organización no sabe qué dirección tomará.
“El equipo ya sabe cuáles son mis deseos. Ahora ellos deberán tomar la decisión”, manifestó Guillén. “Creo que en estos momento ni ellos saben qué hacer con el equipo o qué camino tomar”.
“Esto se resolverá solamente después de un largo proceso. Cuando tienes un año así de decepcionante, muchas cosas están en el aire. Los coaches, el manager y los jugadores han hecho un buen trabajo, pero hemos tenido una mala temporada”.
Guillén ha dejado bien en claro que su principal meta es quedarse con los Patipálidos y ayudarlos a ganar otra Serie Mundial bajo su mando.
“Debes sentarte y pensar qué es lo mejor para esta organización, lo mejor para nosotros y luego tomar una decisión”, agregó Guillén. “Pero en estos momentos, aún deben estar contemplando qué clase de equipo quieren tener”.