LeBron James volvió a brillar en el Madison, donde fue el líder de unos Heat que vencieron al equipo local de los Knicks en el tercer partido de la eliminatoria de cuartos de la Conferencia Este.
James, que aportó 32 puntos, incluidos ocho consecutivos al inicio del cuarto periodo, que fue cuando se rompió el marcador, ayudó a los Heat a ponerse con la ventaja parcial de 3-0 en la serie que disputan al mejor de siete partidos.
Aunque no tuvo buen comienzo de partido después de fallar cinco de sus primeros seis tiros a canasta, se frustró con algunas decisiones de los árbitros, acciones de sus compañeros y abucheos de los aficionados de los Knicks, James logró al final su objetivo de ser la estrella y silenciar a sus rivales dentro del campo y en las gradas.
El cuarto partido se jugará también en el mismo escenario del Madison Square Garden, el próximo domingo.
Junto a James, que anotó 17 puntos en el cuarto periodo y también aportó ocho rebotes, cinco asistencias y dos recuperaciones de balón, el escolta Dwyane Wade anotó 20 tantos.
La única laguna en el juego de James volvió a ser el pobre control que tuvo del balón al perderlo ocho veces, nueva marca individual en partidos de la fase final, por nueve del resto del equipo.
Mientras que el base Mario Chalmers comienza a jugar su mejor baloncesto como profesional y acercarse al nivel de sus dos compañeros de mayor nivel, con una aportación de 19 puntos, siete asistencias y tres recuperaciones de balón.
Los tres fueron los únicos jugadores de los Heat que tuvieron dobles dígitos y como equipo lograron un 43 por ciento (29-68) de acierto en los tiros de campo, el 38 (11-29) de triples y el 82 (18-22) de personal, comparado al 32 (22-69), 20 (4-20) y 76 (22-29), respectivamente, de los Knicks, que tampoco pudieron dominar en el juego bajo los aros al quedarse con 42 rebotes, sólo dos más que el equipo de Miami (40).
La estrategia de los Heat fue perfecta. Jugaron una gran defensa durante los tres primeros cuartos del partido que concluyeron con dos puntos a su favor (56-58) y en el cuarto los arrollaron con su juego ofensivo liderado por James.
Lo que había sido un pobre partido de baloncesto en cuanto a espectáculo se refiere, pero de una estrategia defensiva perfecta por parte de los Heat, James y Chalmers, que anotó dos triples consecutivos en el cuarto periodo, lo convertieron en una exhibición encestadora brillante.
Como se esperaba, la ausencia del ala-pívot Amare Stoudemire, lesionado en la mano izquierda pesó como una losa para los Knicks, especialmente en la recta final del partido.
Pero sobre todo, porque los Knicks no tuvieron en los hombres bajos la alternativa de juego que durante la temporada regular les permitió ganar partidos sin Stoudemire.
Las bajas de los bases Jeremy Lin y del novato Iman Shumpert también se sintieron y al final los Knicks perdieron el decimotercer partido consecutivo en la competición de la fase final, la peor racha en la historia de la NBA.
Los Knicks rompieron la marca que compartían con los Grizzlies de Memphis (2006-2009) de 12 partidos de la fase final sin ganar.
El equipo de Nueva York no ha ganado un partido de la fase final desde el 29 de abril de 2001 cuando ganaron a los Raptors de Toronto el tercero de la serie que disputaron al mejor de cinco.
El alero Carmelo Anthony como única opción de ataque de los Knicks tampoco fue la solución, aunque consiguió 22 puntos. Sin embargo falló 16 de 23 tiros de campo, incluidos tres de cuatro triples. Además capturó ocho rebotes y perdió cinco balones.
El escolta-alero reserva J.R.Smith aportó 12 puntos que lo dejaron como el segundo máximo encestador de los Knicks, mientras que el pívot Tyson Chandler, que recibió el trofeo de Jugador Defensivo del Año, logró un doble-doble de 10 tantos, 15 rebotes y puso dos tapones.