El piloto no hace caso a las informaciones que dan por hecho su adiós a McLaren para 2013
No tiene prisa. Él no tiene prisa, aunque los demás parece que sí. “No tengo un calendario fijado. Mi único objetivo ahora es ganar el título mundial”, afirma Lewis Hamilton en la semana en la que la Fórmula 1 pone rumbo a Singapur. No habla de Mercedes, equipo con el que estaría negociando según dejó caer Eddie Jordan, ni de la posible llegada de Sergio Pérez (McLaren desmiente el interés por el mexicano), tampoco de las exigencias económicas siderales de las que han hablado algunos medios británicos. “Por supuesto que me gustaría tener las cosas solucionadas, pero cuento con gente detrás que está tratando ese tipo de asuntos contractuales. Lo más importante a estas alturas es que yo estoy al cien por cien con este equipo para llevarlo adelante”, aclara Lewis.
Y el equipo, la escudería en plata radicada en Woking, está con él. Y confía en que Singapur confirme las excelentes sensaciones que dejó el GP de Italia en Monza, donde Hamilton se reenganchó a la pelea por el título de 2012 gracias a su victoria. “Creo que éste es el punto crucial del campeonato para nosotros. Estamos remontando y tenemos el importante reto de conquistar el título de constructores. Singapur es clave, porque en las tres últimas carreras hemos visto cómo nuestro gran rival, Red Bull, ha sufrido”, declara Sam Michael, director deportivo de McLaren.
Confía en el MP4-27 y también en Lewis, que es como de la familia. “Llevo en este equipo desde que tenía trece años, hemos trabajado muy duro desde 2009 para ganar el campeonato y creo que, afortunadamente, estamos en situación de lograrlo. Por eso lo fundamental es no distraernos con toda esa basura que hay alrededor”, dice Hamilton. Una basura que sólo huele él.