Por Dr. Eliscer Guzmán
New York- El corazón de la mujer es en general más pequeño que el del hombre. Late a un ritmo y frecuencia diferente que el del hombre ante diferentes emociones y eventos. Pero no solo en salud es diferente si no en enfermedad.
Expliquemos: Aunque en los últimos años ha habido una reducción marcada de los infartos cardiacos en las mujeres de aproximadamente un 30%, la mortalidad cardiovascular continua siendo la causa numero uno de muerte aun si se compara a la mortalidad sumada de todos los canceres que comúnmente afectan el sexo femenino.
Aunque las enfermedades cardiacas afectan a las mujeres 10 años más tarde que a los hombres, este beneficio desaparece en las mujeres que desarrollan la menopausia a una edad joven (antes de los 50 años), o las que desarrollan diabetes en el embarazo (200 mil mujeres por año), hipertensión, pre- eclampsia o eclampsia popularmente conocido como “frenesí” en nuestros campos.
Diabetes gestacional específicamente, crea un pronóstico peligroso en el 7% que la desarrolla, porque les aumentara 7 veces más el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en los próximos 6 meses. Lo mismo sucede con las embarazadas que desarrollan hipertensión. Igualmente los síntomas de presentación de enfermedad coronaria son muy diferentes en las féminas.
Además de dolor de pecho, dolor en la espalda, cuello, brazos o epigástrico es más común en las mujeres que en los hombres al igual que nausea y dificultad para respirar. Por muchos años se conoce del efecto dañino del stress, la ansiedad y depresión en los corazones de las mujeres comparado a los hombres.
Las mujeres, tienden a sangrar mas después de un ataque del corazón y por eso si necesitan cateterizacion cardiaca las arterias de los brazos (radiales) en vez de las femorales, es preferible.
Frecuentemente, encontraremos que las obstrucciones coronarias en las mujeres son menos severas que las encontradas en los hombres, lo que significa que las mujeres sufren isquemia o pobre circulación cardiaca debido a disfunción o espasmo de las arterias coronarias pequeñas o micro vasculares.
A pesar de lo que se creía, esta carencia de obstrucciones severas no es una ventaja ya que la mortalidad y el pronóstico después de un ataque cardiaco, es igual o peor en las mujeres, sobre todo en las postmenopáusicas.
La buena noticia, es que las mismas medidas de prevención (ejercicio, pérdida de peso y dieta adecuada), y las mismas medicinas (aspirina, estatinas y betablockers), trabajan tan efectivamente en los hombres como en las mujeres.
Si aplicamos estas medidas de prevención, y recordamos las diferencias en el corazón de las mujeres las cuidaremos mejor, vivirán más y disfrutaremos de ese ser sublime por mucho más tiempo. www.zabalaaldia.com