MONTECARLO.- Usain Bolt y Sanya Richards, dos atletas nacidos en Jamaica, aunque esta última adquirió en 2002 la ciudadanía estadounidense, fueron elegidos atletas mundiales del año por la Federación Internacional (IAAF) entre una lista de cinco candidatos por categoría.
Los dos reciben el galardón por segunda vez. Bolt, triple campeón mundial en Berlín, lo obtuvo ya el pasado año después de su triple gesta olímpica en Pekín y Richards fue distinguida en 2006, entonces junto a otro jamaicano, Asafa Powell.
El presidente de la IAAF, el senegalés Lamine Diack, elogió a los dos atletas: “gente como Usain y Sanya es la que necesitamos”, dijo.
Bolt ratificó su consagración al cabo de una temporada que empezó mal, con un leve accidente de coche en Kingston en abril, pero que terminó confirmándolo como el atleta más veloz de todos los tiempos.
“Ha sido un año excepcional, sobre todo después de sufrir el accidente. Agradezco a mi entrenador (Glen Mills) que me pusiera en forma a tiempo para los Mundiales de Berlín”, declaró Bolt tras ser presentado en Montecarlo como atleta mundial del año.
El jamaicano permanece en la cima del atletismo mundial desde que en los Juegos de Pekín 2008 conquistó tres medallas de oro (100, 200 y 4×100) batiendo otros tantos récords mundiales (9.69, 19.30 y 37.10), y un año después ha refrendado en Berlín su condición de número uno.
Otras tres medallas de oro, esta vez en los Mundiales, en las mismas pruebas; dos nuevos récords (9.58 en 100 metros, 19.19 en 200) y cinco marcas inferiores a 9.90 a lo largo del año le otorgan una preeminencia indiscutible. Nadie ha podido derrotarle en 100, 200 y 400 metros.
Frente al fulgor que desprende la figura de Bolt, palidece la imagen del rey del fondo, el etíope Kenenisa Bekele, que remató magistralmente el doblete mundialista (5.000 y 10.000), una hazaña sin precedentes en campeonatos del mundo.
La elección se presentaba más reñida en categoría femenina, pero finalmente las dos medallas de oro en Berlín (400 y 4×400) inclinaron la balanza a favor de Richards en perjuicio de la rusa Yelena Isinbáyeva, que falló en la hora suprema del Mundial y no ha podido, en consecuencia, batir el récord de galardones con el que hubiera sido su cuarto trofeo de cristal.