Vemos estos días a Helmut Kohl, Mijail Gorbachov y George Bush juntos, celebrando los 20 años de la caída del Muro de Berlín. Pero ese derribo no sólo afectó a la política, la economía o la sociedad. En el deporte también apreciamos su huella, en los récords y medallas conquistados hoy día por los países que hace veinte otoños se alineaban más allá del Telón de Acero.
La extinta RDA o la URSS dominaban el deporte mundial en 1989. En los Juegos de Seúl 88, los últimos disputados antes de que echaran abajo el muro de la vergüenza, la URSS fue la reina con 132 medallas (55 de oro, 31 de plata y 46 de bronce). Le siguió la RDA con 102 (37 oros, 35 platas y 30 bronces). A Estados Unidos no le quedó más remedio que subirse al tercer peldaño del podio con 94 preseas como botín (36 oros, 31 platas y 27 bronces).
Hoy día, el panorama es bien distinto. Pekín 2008 nos deja claro cómo respira el deporte internacional. China (100 totales, 51 oros, 21 platas y 28 bronces), Estados Unidos (110 totales, 36 oros, 38 platas y 36 bronces) y Rusia (72 totales, 23 oros, 21 platas y 28 bronces) lideraron medallero entre nidos, cubos de agua y fuegos artificiales inventados por ordenador. El viaje de 1989 a 2009 deja claro que la URSS y Yugoslavia se despedazaron, pero que su deporte mantiene un peso similar en el planeta (ver gráficas que acompañan este texto).
Alemania, por contra, ha sufrido -muchos lo achacan al dopaje-, aunque haya récords intocables, del mismo calibre que el de la checa Jarmila Kratochvilova (Checoslovaquia) en 800 metros. Por ejemplo, el de disco de Jürgen Schult (74,08 metros), el de 400 (47.60) de Marita Koch o el de longitud indoor (7,37) de Heike Drechsler, estrella de aquella RDA que ha atendido a AS en la semana en que toda Alemania habla de un muro que ya no existe. Ella, el ciclista Olaf Ludwig, la patinadora Kattarina Witt o el nadador Michael Gross fueron testigos de aquel día histórico. A partir de entonces, occidentales y orientales pudieron competir como Alemania. Más unida, aunque con menos medallas.