EFE
NUEVA YORK- El alcalde reelecto de Nueva York, Michael Bloomberg, tras renovar anoche su tercer mandato consecutivo al frente de una de las mayores ciudades de EEUU, se comprometió con una ambiciosa agenda con la que quiere sacar a los neoyorquinos de la recesión, mejorar la educación y crear viviendas.
“Gracias”, dijo Bloomberg, en inglés y en español, al presentarse ante sus seguidores en un céntrico hotel de Manhattan para proclamar su victoria sobre el candidato demócrata, William Thompson, y hasta ayer contralor de esta capital estadounidense.
Rodeado de seguidores con la camiseta de su campaña, de pancartas de apoyo de los diferentes distritos municipales y con la música de fondo de una de las canciones más emblemáticas de la ciudad de los rascacielos, como es “New York, New York”, de Frank Sinatra, Bloomberg, estrechó manos y celebró su victoria.
Con el 99 por ciento de los votos escrutados, el filántropo y millonario Bloomberg, que se presentó como independiente con el apoyo republicano, se hizo con el 51 por ciento de los votos, frente al 46 por ciento obtenido por Thompson, en una victoria más ajustada de la pronosticada por todas las encuestas y que mantuvo en vilo a Nueva York hasta el último minuto.
El alcalde, que admitió que “esta victoria llega en un año difícil”, envió un mensaje de confianza a los neoyorquinos, al asegurarles que “lo mejor está por venir”.
“Sé que podemos y que lo haremos. Nuestra ciudad y nuestro país se enfrentan a tiempos difíciles. Es la peor recesión en décadas, y hoy la gente ha sido clara, y ha subrayado que está harta de la política de siempre, y que quiere las cosas hechas”, agregó.
“En los próximos cuatro años haremos que esta ciudad que ya es la más segura del país, lo sea aún más, habrá creación de empleo y mejoraré el sistema educativo de Nueva York, que ya es el mejor de cualquiera de las grandes ciudades del país y plantaré un millón de árboles”, desgranó Bloomberg entre otros objetivos de su cargo.
El alcalde, de 67 años y que ha realizado la campaña autofinanciada más cara de la historia electoral de EEUU pues ha invertido 100 millones de dólares de su fortuna personal, ya renunció desde su primer mandato al sueldo del cargo y por su trabajo recibe un simbólico dólar anual.
“Este es el lugar en el que no importa de dónde seas ni de dónde vengas, pero que si trabajas duro, consigues tus objetivos”, dijo el hombre más rico de Nueva York, que entre sus empresas tiene el grupo de información que lleva su nombre.
Bloomberg, que será el alcalde número 108 de esta ciudad, subrayó que Nueva York “acoge a las gentes de todas las culturas”, y lo hizo en español, en un guiño hacia sus votantes, y en el idioma que, con un profesor colombiano, ha estado aprendiendo en los últimos años.
Se despidió de sus seguidores con un “disfruten la noche”, en ese mismo idioma, que comparte con algo más del 26 por ciento de los habitantes de Nueva York y en el que realizó buena parte de sus anuncios de campaña.
Se refirió también a su rival en esta agresiva campaña electoral, para decir que “Bill (Thompson) es un buen hombre y he trabajado con él”, además de aplaudirle y pedir a sus seguidores que hicieran lo mismo.
Bloomberg también felicitó al sucesor de Thompson como fiscal de cuentas de la ciudad, un cargo que tras esta elección ocupará John Liu, un asiático-americano que por segunda vez logra un puesto electo en Nueva York y al nuevo defensor del pueblo, Bill Di Blasio, ambos demócratas.
Poco antes de la intervención de Bloomberg, Thompson reconoció ante sus seguidores la victoria de su rival, al que había llamado por teléfono para felicitarle.
“Vuestro entusiasmo y deseos de cambio me han traído hasta este punto”, dijo Thompson, que reconoció pese a sus diferencias con el alcalde “siempre hemos encontrado terrenos en común para trabajar por esta ciudad y buscar un mejor futuro para los neoyorquinos”.
La victoria de Bloomberg supone la quinta consecutiva de republicanos e independientes sobre los diferentes candidatos del Partido Demócrata en las elecciones a la alcaldía de esta ciudad, un puesto que no ganan los demócratas desde 1989.
Díaz se refería así a que el margen por el que Bloomberg se ha hecho con la victoria sobre Thompson ha sido finalmente del 5 por ciento, cuando las encuestas llegaron a señalar que el demócrata perdería por una horquilla del 12 al 15 por ciento.