La modelo de 43 años ha decidio confesar ‘su adicción’ a la tóxina botulínica, que dejado expresiones faciales horrorosas en otras famosas, como Nicole Kidman y Renee Zellweger.
Crawford ha revelado que acudió a un médico de Londres para inyectarse la toxina y eliminar arrugas en su rostro, “pero hace diez años que no me pongo botox”, explica, añadiendo que nunca ha recurrido al colágeno -“Ni pienso hacerlo”- y que de momento lleva lo de envejecer con más calma.
“La gente tiene tantas expectativas de lo que van a encontrar cuando me ven que eso añade una presión a la hora de enfrentarse al proceso de envejecimiento”, confiesa. En cualquier caso, deja claro cómo se siente: “no me malinterpretes, creo que lo estoy llevando bastante bien”.
Cindy, una de las modelos más cotizadas de la década de los 80’s y quien es madre de dos hijos, recalca que nunca se ha sometido a cirugía estética para mantener su estupenda figura.