ANÁLISIS DEPORTIVO
por Sadiel Lebrón
Bryan Abreu pudo hacer que Julio Rodríguez fallara un slider bajo y lejos, lo que le dio al dirigente de los Astros de Houston una victoria de 4-0.
Esa victoria también fue un hito, ya que Baker se convirtió en el décimosegundo mánager en la historia de la Grandes Ligas en ganar 2000 juegos.
Es lo más destacado de su carrera gerencial, por ahora. Si bien llamó a esto su mayor logro, Baker también dijo que no va a disminuir la velocidad.
Todavía tiene la vista puesta en el futuro y tiene más logros que espera lograr, como el ansiado y escurridizo título de la Serie Mundial.
Otra vez tiene el chance de lograrlo, ya que sus Astros están el “Clásico de Otoño” por segundo año seguido bajo su mando, y cuarta en global en las últimas 6 temporadas.
En sus 25 años como mánager, Baker ha tenido una carrera impresionante. Es el primer dirigente en llevar a cinco equipos diferentes a la postemporada, llegando dos veces a la Serie Mundial. Ha ganado el premio Mánager del Año en tres ocasiones, se ha ganado el respeto del clubhouse dondequiera que haya ido.
En última instancia, su última parada será en Cooperstown. Diez de los otros 12 entrenadores que ganaron 2,000 juegos ya han sido incluidos en el Salón de la Fama, y solo es cuestión de tiempo antes de que Baker, al igual que Bruce Bochy, obtenga lo que le corresponde.
Baker, el primer mánager negro con 2,000 victorias, es un favorito en este momento.
El hecho de que haya llegado a este punto es un poco un milagro.
Baker parecía estar fuera del béisbol después de que los Nacionales de Washington lo despidieran después de la temporada 2017 a pesar de un par de campañas de 90 victorias. Fue llevado a los Astros luego de las consecuencias de “AstroGate”, casi tanto por el respeto que inspira a lo largo del juego como por su perspicacia gerencial.
Y no ha defraudado. En dos campañas al frente del equipo texano, Baker ha ganado 201 juegos con 123 derrotas, y ha sellado dos títulos divisionales y dos Campeonatos de la Liga Americana.
Lo cierto es que sus credenciales del Salón de la Fama se han fortalecido. Y si los Astros ganan la Serie Mundial bajo su tutela, entonces será el boleto definitivo hacia Cooperstown