Por Sadiel Lebrón
El béisbol fue considerado por mucho tiempo como el “pasatiempo nacional” de los estadounidenses. Todo era béisbol.
Y su popularidad aumentó mucho más a finales de la década del 40 del siglo pasado, más específico, el 17 de abril de 1947. Ese día, Jackie Robinson debutó en Grandes Ligas con los Dodgers de Brooklyn, ropiendo así la barrera de color en el deporte del guante, el bate y la pelota.
Ese hito abrió un nuevo nicho de fanáticos para las Mayores, el de los afroamericanos, segregados de jugar desde que se estableció la liga.
Desde entonces, fueron muchos los jugadores afroamericanos o negros, como usted quiera leerlo, que jugaron en la considerada por muchos como la mejor liga del mundo. Desde el propio Robinson, hasta Barry Bonds.
Pero en los últimos años, la participación de peloteros de la raza negra ha descendido mucho.
Según el colega Jessy Williamson de tbonesbaseball.com, el año pasado, de los aproximadamente 975 jugadores de las Grandes Ligas de Béisbol, solo el 7.2 por ciento fueron negros. Este número se ha mantenido relativamente estancado durante las últimas dos décadas, a pesar de que los afroamericanos representan el 13 por ciento de la población estadounidense.
De hecho, en las listas del día inaugural de esa temporada en los 30 equipos, solo del 7,2 por ciento, aproximadamente 70 del total de jugadores fueron afroamericano.
Solo hay tres equipos, los Diamondbacks de Arizona, los Royals de Kansas City y los Rays de Tampa Bay, que no tuvieron jugadores negros en sus listas del día inaugural. Los 30 equipos tienen dos o menos afroamericanos.
Y ninguno jugó la Serie Mundial por primera vez en 72 años.
Pero las cosas van de mal en peor. De acuerdo con un estudio realizado por USA Today, sólo el 6.1 por ciento de los jugadores que formaron parte de las listas en el Opening Day 2023, son afreomaericanos. Es el porcentaje más bajo desde la temporada de 1955.
Ojo, sí hay muchos jugadores negros latinos y caribeños. A lo que nos referimos aquí son los afroamericanos. Pero el hecho no deja de ser alarmante, especialmente cuando se celebra el Día de Jackie Robinson.
Entonces, ¿por qué o qué causó este descenso?
Pueden ser varios factores para este fenómeno.
Primero, el racismo o discriminación persistente aún en Norteamérica. Los niños afroamericanos no tienen las mismas oportunidades de ir a programas privados de béisbol como los niños blancos.
Segundo, el ingreso promedio de una familia afroamericana es mucho menor que el de las familias blancas.
Y tercero, y tal vez con mas tendencias, es que los jóvenes afroamericanos que reciben becas universitarias prefieren jugar otros deportes como el fútbol americano, el baloncesto y ahora el fútbol o balonpíe.
Una vez estén en su Segundo o tercer año, sin muy buenos pueden, incluso, dar el salto al sorteo universiatrio para ingresar a la NFL, NBA y MLS y ligas afiliadas. Mientras que en béisbol, tienen que esperar un largo proceso entre liga de novatos y el Sistema de ligas menores para poder llegar a Grandes Ligas y establecerse con el fin de conseguir un lucrative contrato.
Ademas, están los jugadores latinos, que no tienen que pasar por ese proceso Universitario para conseguir esos jugosos contratos y bonos por firmar.
En mi opinión personal, creo que esta última causa pueder la más factible para que hayan menos jugadores afroamericanos jugando béisbol.