Histeria colectiva en Albert Park: la lluvia enloquece la primera carrera de la temporada 2025.

El Gran Premio de Australia 2025 estuvo protagonizado por las intermitentes lluvias que sacudieron constantemente el orden de la parrilla, aunque Lando Norris, que defendía la pole, logró imponerse finalmente por delante de Max Verstappen y George Russell en la carrera de Fórmula 1.
Tras una intensa lluvia que obligó a cancelar una de las carreras de antesala, la esperadísima temporada 2025 de Fórmula 1 se tomó su tiempo para arrancar, ya que la salida fue abortada en primera instancia tras el accidente del debutante Isack Hadjar durante la vuelta de formación. Lloró amargamente el piloto francés en su regreso al paddock fue consolado por Anthony, el padre de Lewis Hamilton,
El eventual arranque no fue menos accidentado, con los golpes de Jack Doohan y Carlos Sainz durante la primera vuelta. Max Verstappen, por su parte, pudo ponerse segundo antes de ser desplegado el coche de seguridad y se dispuso a cazar a Lando Norris, que defendió la pole, recuperando una de sus asignaturas pendientes de la pasada temporada.
Al accidente de Hadjar se unió Jack Doohan, prolongando así la maldición de los pilotos australianos en casa y añadiendo más presión a su breve periplo en la Fórmula 1. Acto seguido y durante pleno régimen de coche de seguridad, Carlos Sainz envió su Williams FW47 al muro de la última curva. 30 vueltas después, Fernando Alonso también cometió un error en la curva 7 y estrelló su Aston Martin AMR25. Justo en el mismo punto negro donde se produjo la gran polémica del 2024 con George Russell y la FIA.
Cuatro accidentes prematuros en una carrera pasada por agua y repleta de órdenes contradictorias en el muro de McLaren. Es el regreso de vuestra sitcom favorita: “Papaya Rules”. Oscar Piastri mostraba mayor velocidad que Lando Norris con las gomas intermedias. Sin embargo, la formación inglesa retuvo al piloto local para cinco minutos después contradecirse y permitirle luchar, siempre respetando el código interno del equipo. Todo esto a causa de un error de pilotaje que relegó a Max Verstappen al tercer lugar, a pesar de su salida fulgurante en condiciones deslizantes, una vez más.
El coche de seguridad originado por el accidente de Alonso supuso un punto de inflexión en la carrera: la parrilla cambió a neumáticos de slicks, justo antes del chaparrón definitivo con 14 vueltas para el final de la prueba inaugural. Fue en este instante cuando el guion previo careció de sentido por completo. La locura se instauró en Melbourne.
Los pilotos que montaron los slicks comenzaron a derrapar, salirse de pista, trompear e incluso accidentarse: Liam Lawson y Gabriel Bortoleto se sumaron a la lista de abandonos. La criba de rookies fue superlativa. Al mismo tiempo, los dos McLaren se salieron de la pista con el compuesto más duro mientras llovía: Piastri llegó a perder una vuelta mientras trataba de salir de la trampa de césped en la penúltima curva. La maldición de los australianos hizo de las suyas por enésima ocasión.
Mientras tanto, a Red Bull y Max Verstappen les pareció correcto continuar con la goma media en pleno diluvio, al igual que los Ferrari con el C3. Para sorpresa de nadie, fue un error y Norris recuperó el liderato. Resumir lo ocurrido en apenas tres vueltas ha sido todo un desafío. Y todavía restaban seis vueltas de bandera verde hasta el final…
Adelantamientos increíbles, resultados surrealistas y un desenlace que podría resumir lo que veremos en 2025: triunfo de Lando Norris bajo la presión incesante de Max Verstappen. Menuda oportunidad desperdiciada para los españoles y para otros tanto pilotos de la parrilla. Qué bonita es la Fórmula 1 cuando se vuelve loca. Vaya inicio de temporada. Tardaremos en recomponernos.
En cuanto a los debutantes, Kimi Antonelli quedó 5º con su Mercedes, Gabriel Bortoleto finalizó 16º a bordo del Kick Sauber e Isack Hajdar no logró ni siquiera largar con el Racing Bulls, porque se despistó en la vuelta de formación.