NUEVA YORK — “No importa todo lo que se rió y mofó dentro del ring. Ahora es mi turno de reír”.
Con esas palabras el puertorriqueño Miguel Cotto celebró el sábado su victoria sobre Antonio Margarito al vencerlo por nocaut técnico al cierre de nueve asaltos para vengar su primera derrota como profesional sufrida ante el mexicano en el 2008 y por medio de un resultado que el boricua seguirá pensando surgió debido al ilegal uso de un vendaje adulterado con yeso.
Tras el aguerrido combate en el que Cotto se presentó como un púgil con pasión, estámina y reenergizadas cualidades defensivas, el monarca súperwelter de la Asociación Mundial de Boxeo expresó sentirse orgulloso del trabajo presentado sobre el ring que tomó posición en el centro del Madison Square Garden ante 21,239 fanáticos.
“Definitivamente esto es una reivindicación. Ver las caras de todos los integrantes de mi familia tan diferente a la vez que peleamos en el 2008 es mi regalo para ellos y el pago a tanto sacrificio. Ustedes son los mejores jueces. Ustedes vieron tanto el combate del 2008 como este. Yo entiendo que sí hubo diferencia. Si no, evalúen si este es el mismo Miguel Cotto que se bajó el ring en la otra pelea”, indicó Cotto en relación a que el sábado no bajó del ring como un peleador abatido y ni con un rostro inflamado y desfigurado.
En efecto, Cotto salió el sábado con los brazos en altos luego de obtener una victoria por nocaut técnico tras nueve asaltos de pelea en los que castigó a Margarito con todo tipo de golpe y sobre todo atacó el área de su ojo derecho hasta provocar una inflamación que los médicos de la Comisión de Boxeo de Nueva York evaluaron puso en peligro su salud determinando detener la pelea antes del inicio del décimo asalto.
Nombrado ganador con la detención de un combate que estaba ganando en la votación de los tres jueces por 90-82, Cotto se acercó tras la determinación a ser desvendado en un área cercana a donde estaba Margarito. Con un rostro que reflejaba satisfacción y coraje, Cotto se mantuvo mirando directamente al inflamado rostro de Margarito sin proferirle palabras ni acercarse a intercambiar un saludo, tal y como había dicho no haría.
“Me acerqué no para decirle nada. Simplemente me quedé allí para saborear la victoria y que él lo viera si todavía podía ver algo por su ojo inflamado. Hoy utilizamos nuestra rapidez y mejores movimientos para salir airosos. Creo que [mi nuevo entrenador] Pedro [Luis Díaz] trazó la estrategia perfecta y para esta pelea la seguimos al pie de la letra para poder salir airosos. En esta pelea y la preparación para este combate enmendamos errores del pasado y debido a ello se hizo este nivel de trabajo”, dijo Cotto.
En efecto Cotto lució como otro peleador. Influenciados por varias nuevas técnicas trabajadas por Díaz, el boricua nunca dejó que Margarito lo acorralara contra las sogas, lo que fue clave en el primer combate. Y además se mantuvo todo el trayecto moviéndose y evitando el castigo cuerpo a cuerpo del mexicano, quien toda la pelea parecía reírse de los golpes de Cotto. Pero más importante aún, Cotto no dio grandes muestras de fatigas y así pudo mantenerse bailando para evitar caer ante la estrategia de guerrero del Tornado de Tijuana.
“Para tener la capacidad que tuve hoy, diferente a la vez anterior, se necesitó trabajar mucho. Y todavía nos queda. Estamos a la disposición de seguir entrenando bajo las instrucciones de Pedro y esperamos seguir mejorando como lo mostramos en esta ocasión”, indicó Cotto, quien contrató a Díaz para esta pelea deteniendo así una relación de tres combates con el legendario Emanuel Stewart. “Le energía que tuve se logró trabajando y la química que tuve con el grupo fueron lo que marcaron estas diferencias. Hicimos lo que teníamos que hacer. Ni importa cuál fue su reacción. No importa todo lo que se rió y mofó dentro del ring. Ahora es mi turno de reir”, señaló Cotto, quien mejoró su marca a 37-2 con 30 KO.
Cuestionado en la conferencia de prensa si consideraba ya bajar la guardia y amistarse con Margarito, Cotto dijo que no será así porque todavía considera al mexicano un criminal que jugó con su vida en el 2008. Ahora bien, si dijo que se sentía vengado.
“Creo que nuestra diferencias en toda la promoción, el enojo y el coraje, tenían una razón de ser. A pesar de todo, creo que que me mantuve lo más parco y tranquilo posible. Otras personas hubieran actuado peor que yo”, dijo Cotto cuando se le preguntó el porqué de su inusual actitud.
Hubo reivindicación pero no habrá resolución en la amistad.
“Que siga con su vida. No tengo nada que hablarle. Que siga con su vida que yo seguiré con la mía”, estableció Cotto en relación a Margarito, quien ahora posee marca de 38-8 con 27 KO.