Hace una década, David Wright asumió que acceder a la postemporada sería algo normal para los Mets de Nueva York.
El hoy capitán de los Mets tenía apenas 23 años en 2006, su tercera campaña en las mayores. El strike cantado que Carlos Beltrán dejó pasar para el último out de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional dejó una sensación amarga, pero pensó que iban a tener más oportunidades para jugar en octubre.
No fue así. Luego vinieron dos temporadas consecutivas en las que se derrumbaron en el último mes. Contrataciones que resultaron en fiascos. Los problemas financieros de sus dueños. Todo conspiró para una sucesión de fracasos hasta el resurgimiento de 2015 en el que alcanzaron la Serie Mundial, que perdieron en cinco juegos ante los Reales de Kansas City.
Esa es la lección que Wright, ahora con 33 años, quiere que sus más jóvenes compañeros entiendan: no hay ninguna garantía de que van a repetir.
“El problema es ponerse a pensar en octubre en abril”, advirtió Wright. “Nos toca comenzar de cero. Hay que competir más fuerte. Ya no somos el equipo que va a sorprender a alguien, ahora vienen por nosotros y con todo lo que tienen para ganarle a los campeones de la Liga Nacional”.
Los Mets han dejado de ser hazmerreír.
Con el bate de Yoenis Céspedes y una rotación que incluye a cuatro lanzallamas que no pasan de los 27 años, los Mets quiere emular a los Reales.
La motivación de caer en la Serie Mundial de 2014 propulsó la ambición de Kansas City al año siguiente y cumplieron el objetivo para consagrarse por primera vez tras esperar tres décadas.
¿Cuándo fue la última vez que Nueva York conquistó la corona? Eso fue en 1986, también hace tres décadas. Por cosas del destino, empezarán la campaña regular midiéndose a los Reales el domingo.
Las aspiraciones de los Mets se sustentan con una rotación que se puede describir como avasalladora. Matt Harvey, Jacob deGrom, Noah Syndergaard y Steven Matz son los cuatro fantásticos, con el eterno Bartolo Colón –de 42 años– como complemento con su habilidad para dominar con control. Y a mitad de año podrán añadir a un quinto prodigio, una vez que Zack Wheeler complete su rehabilitación de una cirugía Tommy John.
Según Statcast™, la rotación de los Mets fue la que registró los lanzamientos más fulminantes de la pasada campaña: 5.346 pitcheos que marcaron las 95 millas por hora. Superaron por casi un millar a los siguientes en la lista, Cleveland con 4.455, y más del doble que los totales de otros 14 equipos.
Todos ellos aún tienen margen para seguir mejorando, en particular Syndergaard (166 ponches 150 innings). El rubio de pelo largo, con el apodo “Thor”, tuvo efectividad de 4.23.
Y no se olviden del cerrador Jeurys Familia, quien añadió un venenoso splitter de 96 millas por hora a su repertorio, consiguió 43 rescates y ponchó a 86 rivales en 78 innings.
Tras seis campañas sucesivas con récord negativo, Nueva York tumbó a Washington del pedestal de la división Este al ganar 90 juegos.
MÁS GASTO
Además, por primera vez en mucho tiempo, las arcas del equipo parecen abrirse para gastar, lo que se evidenció cuando inesperadamente pudieron asegurar el retorno del cubano Céspedes con un contrato de 75 millones de dólares por tres años. Su llegada en la fecha límite de cambios en julio marcó un antes y después: la “Potencia” despachó 17 jonrones y remolcó 44 carreras en 57 juegos con los Mets.
También adquirieron al torpedero Asdrúbal Cabrera en la agencia libre. Pese a que disparó siete jonrones en la postemporada, dejaron partir al segunda base Daniel Murphy (fichó con los Nacionales), reemplazándole con Neil Walker tras ceder al pitcher Jonathon Niese en un canje con los Piratas.
La nómina subió en 40 millones para rozar los 140 millones, la mayor cantidad en cinco años.
Ahora les toca responder a las expectativas. Los Nacionales siguen siendo su rival de más cuidado en su división. Si acabaran remando por el wildcard, Chicago, San Francisco, Pittsburgh, Los Angeles y San Luis van a estar metidos.
Pero no parecen acusar la presión por su nuevo estatus.
Céspedes pasó su primera semana de la pretemporada exhibiendo su colección personal de autos de lujo y hasta se puso a cabalgar a caballo con Syndergaard.
LA ESPALDA DE WRIGHT
Wright se perdió cuatro meses el año pasado, en el que le diagnosticaron una malestar crónico en la espalda. En los 38 juegos que pudo disputar, acumuló un OPS de .814, pero aportó poco al bate en la postemporada.
“Vamos a tener que ser prudentes y darle un día de descanso”, indicó el manager Terry Collins.
El venezolano Wilmer Flores (.263, 16 jonrones y 59 impulsadas) será su suplente.
DEFENSA FRÁGIL
Walker y Cabrera conforman un nuevo binomio para los doble plays, con cuestionamientos sobre la capacidad de alcance del torpedero venezolano. Los problemas de espalda complican la capacidad de desplazamiento de Wright en la antesala. El primera base Lucas Duda y Walker tampoco son considerados como notables defensores.
La posición ideal para Céspedes es en el bosque izquierdo, pero eso implica sacar a Michael Conforto de la alineación. El brazo de Curtis Granderson en el derecho es débil. El dominicano Juan Lagares ganó el Guante de Oro en 2014, pero quedó relegado a la banca al sufrir con molestias en el codo y su mermada producción ofensiva ante lanzadores derechos.
CONCLUSIÓN:
Lo único que importa es que los muchachos de la rotación sigan lanzando, cuidándose de alguna lesión. Temporadas completas de Céspedes, Conforto y el receptor Travis d’Arnaud deben aportarle una ofensiva pletórica para que por primera vez en su historia puedan repetir un título de división.
tomado de mets.com