Mañana boxea en Las Vegas y el 1 de junio ingresará en prisión Floyd Mayweather, el actual Rey Midas del boxeo junto a Manny Pacquiao, opta en Las Vegas al Mundial superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo que luce Miguel Cotto. Después pagará sus excesos: agredió a su expareja e irá a prisión.
El planeta boxeo deja de girar mañana sábado en Las Vegas. Floyd Mayweather, el mejor boxeador libra por libra del mundo por delante de Manny Pacquiao y Sergio Maravilla Martínez, sube al ring del MGM en Las Vegas. Primero, pondrá en juego su imbatibilidad en 42 combates (26 KO’s) y 16 años de carrera frente a Miguel Cotto (37-2, 30 KO’s). Después, hará el petate para ingresar el 1 de junio en la cárcel del Condado de Clark. Luego, se volverá a hablar de ese sueño que sería enfrentarle con el filipino. Queda poco tiempo. Floyd tiene 35 años y dice que se irá a los 37. Tres o cuatro batallas más…
Mayweather, que igual llama “payaso” al perfecto Pacquiao tras ganar 400.000 dólares apostando en la NFL, que sale vestido de centurión o se marca un rap con su inseparable 50 Cent, tendrá que pagar sus excesos fuera del ring.
Agresión.
El pasado mes de diciembre se declaró culpable de agresión a su expareja Josie Harris para evitar una pena de más de 30 años. Fue condenado a seis meses, de los que cumplirá tres con la condición de no volver a delinquir si no quiere entrar de nuevo en prisión.
Su poco ejemplar comportamiento -en su última victoria noqueó a Víctor Ortiz cuando este no le miraba, aunque fue legal- sepulta sus virtudes dentro del cuadrilátero. Mosley, Márquez, Hatton, Judah o De la Hoya (ahora copromotor en esta velada Reyes del Ring que también programa un Canelo Álvarez-Shane Mosley) han probado su receta. Su defensa y desplazamientos en el tapiz no tienen parangón. Su velocidad de manos impresiona.
Pero en la previa del combate no ha mostrado otra de sus armas: el desgaste psicológico. Hacia Cotto todo ha sido respeto. “Es un guerrero que no se puede tomar a la ligera. Sus dos derrotas no lo fueron. Una perdió por trampas del rival y en la otra fue en un peso que no es el suyo”, advirtió Pretty Money, que sube al superwelter (sólo lo hizo con De la Hoya) para disputar el cinturón mundial AMB que luce el portorriqueño. Si se lo ciñe será otra muesca más en una carrera de vértigo: su octavo título mundial en cinco divisiones.