Buscan métodos para aligerar los partidos. La seguridad en los estadios. Los retos frente a las decisiones arbitrales. Nuevo acuerdo contractual entre propietarios y peloteros al finalizar el año. ¿Se adoptará el bateador designado para la Liga Nacional? Y muchas otras cosas, en la agenda de este nuevo año.
POR ANTONIO ANDRAUS BURGOS
Rob Manfred, el comisionado del béisbol de las Grandes Ligas que por estos días cumple su primer año de mandato, está empecinado en encontrar métodos que permitan aligerar los partidos, algo que se viene consiguiendo de manera lenta pero segura; mejorar la seguridad de los aficionados cuando concurren a los estadios, en este caso, para que las bolas que salen fuera del terreno de juego o los bates que sueltan los peloteros y caen en las graderías, no hagan tanto daño; el adelanto tecnológico aplicado a los encuentros, con las decisiones arbitrales que pueden ser retadas por los capataces de las novenas, en fin, muchas otras cosas hacen parte de la agenda de esta nueva temporada del Béisbol Organizado.
Lo primero que hay que expresar es que, por el momento, se observa mucha camaradería en las relaciones entre el Comisionado y el poderoso Sindicato de Peloteros lo que, sin duda alguna, deja a un lado aquellas famosas controversias en las que se enfrascaban el representante de los equipos y el de los jugadores, que en más de una ocasión causaron traumatismos al deporte, al juego y a la propia afición, hasta el punto de haberse llegado a una huelga, en 1994, por las diferencias que existían entre los dirigentes de uno y otro sector.
Hoy se puede decir, sin temor a equivocaciones, que tanto el Comisionado Manfred como el presidente del Sindicato, en este caso, Tony Clark, un ex jugador de las Grandes Ligas, se pueden sentar en una mesa de trabajo sin esperar que haya expresiones altaneras o discordantes, cuando se debaten las cosas que interesan a unos y a otros.
Y esa armonía permite presagiar que las discusiones venideras sobre los contratos, la agencia libre, el salario mínimo en la Gran Carpa, y demás, se ventilarán con el debido respeto y con el mejor espíritu para que el gigante y cotizado negocio del béisbol siga con buenos vientos, con mayor asistencia de aficionados a los parques de pelota, mejores salarios para los jugadores y la expansión orbital de la ‘’pelota caliente’’.
Al concluir el presente año y la temporada, las partes se sentaran a discutir un nuevo contrato entre propietarios y peloteros, por lo que, no hay duda de ello, será una discusión sana, abierta y por el bien del béisbol.
Base por bolas intencional
Sobre la agenda del béisbol de las Grandes Ligas está la de encontrar fórmulas que permitan aligerar los partidos de la temporada. Y es que el promedio de los juegos, aun cuando se ha venido disminuyendo, eso es cierto, todavía se considera que más de 2 horas y 50 minutos, es demasiado para el espectáculo.
La apuesta se hace sobre la base del apoyo generalizado de todos los participantes en el negocio. Por ejemplo, mucho se ha dicho sobre la salida rápida de los peloteros en cada capítulo del juego, en el sentido de que cuando el último jugador que esté sobre el terreno de juego haya cruzado la línea de cal de la novena que esta abandonando el terreno, los que van al campo, lo hagan dentro de la brevedad que sea posible, incluyendo desde luego, al lanzador de turno.
Y otra acción con la que se busca acelerar los partidos. Cuando el estratega de la novena decida sacar del juego a su lanzador, el relevista debe estar saliendo de la zona de calentamiento hacia el montículo cuando su capataz haya cruzado la linea de cal, camino a la loma de los sustos para solicitarle la bola al serpentinero que sale del encuentro.
Esas dos premisas como futuras acciones para aligerar los desafíos, parece que no tienen resistencia alguna. Pero una tercera, la de enviar al bateador a la primera base con solo un lanzamiento cuando el estratega del equipo que está al campo decida otorgarle la base por bolas intencional, sin que se hagan los tres siguientes lanzamientos, no parece contar con todo el apoyo necesario para convertirla en realidad.
Los que saben letra menuda en el béisbol, explican que en este caso, el de la base por bolas intencional, eso hace parte del juego en sí, y que en más de una oportunidad, se han producido jugadas que, más temprano que tarde, deciden un partido. Como por ejemplo, que el siguiente lanzamiento del serpentinero se le escape al receptor y avancen los corredores que están en base, permitiendo inclusive la anotación de una carrera, lo que cambia por completo el panorama y desarrollo del encuentro.
Lo de la base por bolas intencional, como ya anotamos, no cuenta con total beneplácito, Vamos a ver qué ocurre en los días o meses venideros.
La seguridad en los estadios
Cuanto recordamos hoy más que nunca, la lucha interna que dio el periodista boricua Juan Alicea, en los Mets de Nueva York, cuando se concretó la construcción del Citi Field, el moderno parque de pelota de los actuales campeones de la Liga Nacional.
Desde el mismo momento en que se empezó a proyectar el nuevo escenario, Alicea, quien hacía parte de la organización de los Mets para las relaciones con América Latina, con el irrestricto apoyo del maestro de la locución dominicana, Billy Berroa, se empeñó en que se les escuchara su propuesta de expandir la malla de protección hasta el cierre de los bancos de juego, porque ya se estaba observando, con mucha frecuencia, la lesión que sufren los aficionados por las cosas normales del juego.
Y eso fue para Troya. Los opositores de la idea, se rasgaron las vestiduras señalando que los escenarios beisboleros estaban diseñados para que las bolas que salen hacia las graderías y por bates que de vez en cuando sueltan los jugadores, ‘’hacen parte del espectáculo’’.
Empero, ahora, cuando se ha multiplicado el número de accidentes entre los aficionados al recibir pelotazos y golpes poderosos con los bates, se está pensando seriamente en que la valla de protección sea extendida hasta los bancos de juego.
El comisionado Manfred lo está pensando seriamente, y seguramente, el tema hará parte de los planteamientos que se van a hacer para mejorar la seguridad de los espectadores en los parques de pelota.
¿Lo aprobarán? No lo sabemos, pero nos parece que la medida es más que prudente, especialmente cuando ha crecido de manera considerable la cantidad de aficionados lesionados por los batazos fuera del terreno y de los propios bates que sueltan los peloteros.
Los retos a las decisiones
Los puristas del béisbol se han dado a la tarea de criticar el uso de la tecnología en el béisbol, más que todo, por la forma en que las decisiones arbitrales son controvertidas por los estrategas de las novenas.
En principio, uno diría que tienen razón. Si se está buscando acelerar el tiempo de los juegos, el perder un tiempo precioso en cada reto que hace un técnico por la decisión de un árbitro, pues que se elimine la revisión de las jugadas y se mantenga el juego como estaba.
Pero la pregunta de fondo es saber si la tecnología, en este caso, ha servido para el propio desarrollo del juego y la equidad para los equipos. Nos parece que sí. Los aficionados se muestran seguros cuando se conoce la decisión final a través de la revisión de la jugada, muchas de ellas reversadas a tiempo en cruciales momentos del juego, y desde luego, también lo es para los clubes, porque se quedan tranquilos al saber que la decisión fue acertada en razón a la verdad de la misma.
La expansión del béisbol
La expansión del béisbol es un hecho innegable, todo como consecuencia del apoyo que la organización de las Grandes Ligas le viene dando a la disciplina en todos los rincones del mundo.
El béisbol ya se practica en India, Paquistán, Israel, Sudáfrica, Alemania, RepúbIica Checa, Nueva Zelanda y Francia, para apenas citar a los países que están haciendo parte de las ruedas eliminatorias para el IV Clásico Mundial de Béisbol del presente año, sin incluir a la China, en su territorio continental, pues como bien conocemos en Taiwán, la porción isleña de China en esa zona del mundo, lo práctica desde hace muchos años.
Cuando China, India, Alemania y otras naciones con poblaciones numerosas le tomen el gusto al juego, y la afición crezca de la mano de un béisbol de aceptable calidad, vayan pensando seriamente en que el Rey de los Deportes se convertirá en un espectáculo de una presencia global inimaginable.
Y otros temas
El Comisionado Rob Manfred mantuvo la sanción impuesta al gran jugador Pete Rose, el pelotero con el mayor número de imparables conectados en todos los tiempos en las Grandes Ligas, al considerar que no es la primera vez que el jugador acude ante esa instancia en busca de que le sea levantada la pena que lo suspende en las actividades del beisbol, dado a que las pruebas en su contra como apostador en el juego, son más que contundentes.
Esa determinación ha sido bien acogida por una buena parte de la crónica deportiva, pero otro sector considera que la pena contra Rose ya está cumplida. Nos parece a nosotros, particularmente, que las andanzas de Pete son una afrenta para el béisbol de ayer, hoy y mañana.
¿Adoptará la Liga Nacional el uso del bateador designado? No creemos que sea tan rápido como lo espera algunos colegas. Pero se ha venido hablando con mucha insistencia la introducción de la norma, que puede hacer parte de las discusiones del nuevo contrato de trabajo entre peloteros y propietarios que se hará a finales del presente año.
En mi opinión, la Liga Nacional debe conservar su actual formato de juego. Pero por el espectáculo, por lo que ha representado para la Liga Americana, seguramente que el designado, más tarde que temprano, llegará a ocupar espacio en el Viejo Circuito.
A cuatro semanas de que se abran las puertas de los campos de entrenamientos en Arizona y la Florida de las 30 novenas de las mayores, el incremento de la venta de boletos ha sido considerable. Va por encima del 10 por ciento, con relación al año inmediatamente anterior.
Varios equipos de las Grandes Ligas están con la idea de introducir el sistema de selección o draft de peloteros para América latina, incluyendo a Cuba, ahora cuando ya se está poniendo en marcha una serie de mecanismos para que los peloteros cubanos firmen sin tantas complicaciones como está sucediendo en los actuales momentos. Eso permitiría, según los expertos, en una fuerte valorización en los bonos y contratos que recibirían los jugadores latinos.
El primer gran clásico de la temporada de este 2016, se efectuará con el choque con que se abre la campaña, y estará a cargo de los Cardenales de San Luis y los Piratas, en Pittsburgh, a partir de la 1 de la tarde, hora de Nueva York, correspondiente a la Liga Nacional; mientras que los aficionados seguidores de los Mets, tendrán la ocasión de volver a ver a su novena frente a los actuales campeones de la Serie Mundial, los Reales de Kansas City, en el primer juego de intercambio, que se cumplirá ese mismo día 3 de abril en el Citi Field de la Gran Manzana, pero a partir de las 8:30 de la noche.
Y finalmente esto: dos encuentros de prácticas o de exhibición de las novenas de los Astros de Houston y Padres de San Diego, se jugarán los días 26 y 27 de marzo en Ciudad de México, algo que también podría ocurrir en La Habana, si es que se concreta la presentación de los Rayas de Tampa contra los Marlins de Miami en los días venideros; o de los Rayas frente a los Piratas de Pittsburgh.