ARLINGTON, Texas — El Salón de la Fama de los Rangers de Texas estaba atiborrado por completo desde más de una hora antes de que llegara.
De hecho, el estadio se abrió para la prensa casi siete horas antes de su presentación. Pero ni así Yu Darvish se impresionó, mucho menos reconoció sentir presión.
Darvish fue presentado este viernes por la noche en el Salón de la Fama del Rangers Ballpark de Arlington, en una de las conferencias de prensa más rimbombantes de los últimos tiempos para la organización.
“Sé que vengo a un gran equipo”, dijo Darvish en japonés. “Son los campeones de la Liga Americana y eso no es cosa fácil. Los he visto en la Serie Mundial dos años seguidos. Espero poder ayudar a que lleguen a una tercera”.
Nunca habló en inglés, siempre conversó a través de su traductor para contestar las preguntas de la mayoría de los reporteros y se adelantó siempre a responderle en inglés a sus compatriotas de primera mano.
Las gesticulaciones de Darvish, el lanzador de 25 años que tuvo una efectividad promedio de 1.99 las pasadas siete temporadas en Japón, nunca se desfiguraron.
Fue serio durante toda la plática con los medios y sólo esbozo algunas sonrisas cuando alguien de la centena de reporteros preguntó algo que consideró simpático. Pero fueron las mínimas ocasiones.
“Es un muchacho serio, con gran talento y ética de trabajo, según pudimos ver durante los últimos años que estuvimos pendientes de él”, dijo el gerente general de los Rangers, Jon Daniels.
“Ninguna de las personas con las que hablamos expresó algo malo de él”, agregó. “Es una inversión y esfuerzo muy grande para la organización, y teníamos que asegurarnos en todos los aspectos de que conocíamos al jugador que contratamos”.
Los Rangers pagaron $51.7 millones al equipo del japonés, con el que tenía contrato por dos temporadas más, sólo por los derechos de negociación exclusiva durante 30 días.
Después, pagarán alrededor de $60 millones en los próximos seis años que dura el contrato, más algunos premios por rendimiento.
“El dinero es secundario”, aseguró Darvish. “Quería asegurarme que iba a un equipo bueno, dentro y fuera de la cancha. Y los Rangers me han tratado bien a mi y a mi familia desde hace tiempo. Desde la primera vez que alguien de ellos fue a verme a Japón”.
Darvish dijo que en su único viaje a Texas para conocer la organización, sus instalaciones y el área Dallas-Fort Worth, fue tratado como familia.
“Cuando nos juntamos a cenar, no parecía un encuentro de negocios, parecía una cena familiar”, mencionó.
Después de contestar cualquier tipo de preguntas de la centena de reporteros estadounidenses, japoneses y hasta latinos, Darvish se puso por primera vez la franela con el 11, el mismo número que utilizó en Japón.
“Me fue bien con el en Japón durante estos siete años, así que prefiero usarlo aquí también”, dijo Darvish, quien en Japón logró una efectividad de 1.44 la campaña anterior.
Darvish dijo conocer que el rival a vencer en la División Oeste de la Liga Americana es Los Ángeles, que se reforzaron con Albert Pujols y el ex abridor de los Rangers C.J. Wilson.
“No tengo miedo, ni presión”, dijo. “Ni siquiera recuerdo haber sentido presión en mi carrera. Sólo estoy esperando un ambiente diferente, una liga diferente y diferentes bateadores. Estoy bien emocionado por eso”.
El evento, que fue televisado en vivo a escala nacional en Estados Unidos y Japón, siguió hacia el terreno de juego.
El derecho japonés subió por primera vez a la loma, vestido con su elegante traje gris y con el jersey de los Rangers arriba del saco.
Pidió una pelota, pero se sorprendió de que no tuvieran un cátcher y una bola disponible como parte del acto protocolario. Rápido uno de sus allegados se puso atrás del home para que Darvish pitcheara.
Darvish soltó un lanzamiento suavecito que llegó de varios botes al home; pero su “receptor” le tiró fuerte hasta la loma y el japonés metió la mano sin guante para cacharla.
Los directivos de los Rangers y algunos de los dueños que estaban en la presentación dejaron de respirar por algunos minutos.
Hicieron un par de señales y Darvish bajó del montículo casi de inmediato.
“Es un muchacho sencillo que quiere ser parte del equipo”, dijo el manager Ron Washington. “Va a embonar a la perfección aquí y rápido se adaptará porque así hacemos las cosas de bien en Texas”.
Darvish dijo que regresará en los próximos días a Japón para arreglar sus asuntos pendientes, antes de reportar al campamento primaveral de los Rangers, alrededor del 22 o 23 de febrero.
“Tengo que prepararme como nunca”, anticipó. “Voy a tratar de hacer las cosas como siempre las he hecho. Voy a seguir mis costumbres y rutinas. Si me dieron éxito en Japón, igual debe ser aquí”.